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por Michela Nicolais, señor

El documento de juventud entregado al Papa Francisco

La tarjeta. Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, presentó a la prensa el documento con el que concluyó el preSínodo, en el que participaron 300 jóvenes en el Vaticano y 15 mil a través de las redes sociales. Al abrir los trabajos el pasado lunes, el Papa habló con los protagonistas de la iniciativa durante tres horas y media. Recibirá el documento, que constituirá parte integrante del Instrumentum laboris del Sínodo de octubre, de manos de un joven panameño.

“Un documento amplio”, “un texto común” redactado con “un método plenamente sinodal”: así dice el Card. Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los Obispos, definió el documento con el que concluyó el preSínodo de los jóvenes, presentado hoy en la Oficina de Prensa de la Santa Sede. El texto, aprobado por unanimidad por los 300 jóvenes de todos los continentes que participaron en los trabajos en el Vaticano - inaugurados el lunes pasado por el Papa, que pasó tres horas y media con los jóvenes - es una de las fuentes que contribuirá a la redacción del Instrumentum laboris para el Sínodo de octubre, junto con los resúmenes enviados por las Conferencias Episcopales y los Sínodos de las Iglesias católicas orientales, los resultados del cuestionario en línea propuesto a los jóvenes y las intervenciones del seminario internacional sobre la situación de la juventud organizado por la Secretaría General del Sínodo el pasado mes de septiembre. El documento consta de tres partes, precedidas de una introducción: “Desafíos y oportunidades para los jóvenes en el mundo actual; fe y vocación, discernimiento y acompañamiento; acción educativa y pastoral de la Iglesia". El cardenal anunció que el texto será entregado a Francisco por un joven de Panamá, nación que acogerá la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2019. En el preSínodo participaron 15.300 jóvenes, entre los presentes en el Vaticano estos días y aquellos conectados a través de las redes sociales de todo el mundo.

La Iglesia joven. “Los jóvenes, que hablan en primera persona del plural, se llaman a sí mismos 'la Iglesia joven'”, la Iglesia joven:

“Hay una Iglesia de jóvenes, que no está 'opuesta' ni 'en oposición' a una Iglesia de adultos, sino 'dentro' de la Iglesia como levadura en la masa, para usar una imagen evangélica”.

Es la fotografía tomada con tarjeta. Baldisseri, según quien del texto "emerge un gran deseo de transparencia y credibilidad por parte de los miembros de la Iglesia, en particular de los pastores: los jóvenes esperan una Iglesia que sepa reconocer humildemente los errores del pasado y del presente y comprometerse con valentía a vivir lo que profesa." Al mismo tiempo, "los jóvenes buscan educadores con rostro humano, dispuestos, si es necesario, a reconocer sus fragilidades". Otras categorías fundamentales del documento son “vocación, discernimiento y acompañamiento”. “Los jóvenes – comentó Baldisseri – sufren hoy la falta de verdaderos compañeros que les ayuden a encontrar su camino en la vida, y piden a la comunidad cristiana que se haga cargo de su necesidad de guías autorizados”. En definitiva, resumió el cardenal, "los jóvenes piden una Iglesia 'extrovertida', comprometida a dialogar sin exclusiones con la modernidad en avance, en particular con el mundo de las nuevas tecnologías, cuyo potencial debe ser reconocido y orientado a su uso correcto".

Vicios y virtudes del mundo digital. Y a los vicios y virtudes del mundo digital dedica un párrafo del documento, en el que define el mundo de las redes sociales como "una parte importante" de la identidad de los jóvenes pero advierte contra su "uso imprudente", que puede producir aislamiento. , pereza, desolación, aburrimiento. “Las relaciones en línea pueden volverse inhumanas”, con riesgos a corto plazo como la pornografía y riesgos a largo plazo como la “pérdida de la memoria, la cultura y la creatividad”, en un mundo dominado por la lógica de la apariencia. Otros retos a afrontar son los vinculados al ámbito de la bioética y los que plantea la inteligencia artificial, que pone en riesgo las oportunidades laborales de muchos trabajadores.

Exclusión familiar y social. “Los modelos familiares tradicionales están en declive en varios lugares” y “esto trae consigo sufrimiento, incluso entre los jóvenes”. Es uno de los temas tratados en la primera parte del documento, que también estigmatiza la exclusión social como un "factor que contribuye a la pérdida de autoestima y de identidad que experimentan muchos", en Oriente Medio, en Europa y en para los migrantes.

Lo sagrado, las parroquias y el racismo. “A veces las parroquias ya no son lugares de encuentro”, analizan los jóvenes, que señalan que para muchos de ellos “la religión se considera ahora un asunto privado”, también porque “muchas veces la Iglesia parece demasiado severa y a menudo se la asocia con moralismo excesivo." Los jóvenes, en particular, están profundamente involucrados e interesados ​​en temas como la sexualidad y las adicciones y en los grandes problemas sociales, como el crimen organizado y la trata de personas, la violencia, la corrupción, la explotación, el feminicidio, todas las formas de persecución y degradación del medio ambiente natural. . Entre los temores, la inestabilidad social, política y económica. No faltan acentos de "mea culpa", como ocurre con el racismo en diferentes niveles, que también encuentra un terreno fértil en el mundo de la juventud.

Errores y escándalos. “Los escándalos atribuidos a la Iglesia, tanto los reales como los percibidos como tales, afectan la confianza de los jóvenes en la Iglesia y en las instituciones tradicionales que representa”, señalan los jóvenes, que entre los “errores” de la Iglesia citan “los diversos casos de abuso sexual y de mala gestión de la riqueza y del poder”. Entre los problemas que aquejan a la sociedad está la falta de igualdad entre hombres y mujeres, que también está muy extendida en la Iglesia.

En cuanto a las cuestiones más espinosas relativas a la moral sexual, los jóvenes admiten que "a menudo hay grandes desacuerdos" entre ellos sobre temas especialmente debatidos, como la anticoncepción, el aborto, la homosexualidad, la convivencia, el matrimonio y también sobre "cómo se percibe el sacerdocio en diferentes realidad de la Iglesia".