Para que toda la Iglesia reconozca la urgencia de la formación en el discernimiento espiritual, a nivel personal y comunitario.
Para que los presos cuenten con el apoyo de instituciones, educadores y voluntarios en su camino de recuperación.
La oración de un padre
¡Qué difícil es la oración de los padres! es raro, pobre... Para los padres, a menudo basta una mirada hacia arriba, un suspiro contenido, una arruga acentuada. Pero también los padres rezan, piden, esperan, y mi oración es sobre todo por los demás: por los hijos, en primer lugar, por los seres queridos en casa, por la esposa que no es sólo madre.
Para ser el primero en decir lo que pide un padre, Señor, me pongo al lado de Giuseppe y tomo las medidas. También a mí, padre, me gustaría aprender a reconocer las débiles huellas de los ángeles; creer la Palabra traída por el anuncio; para sujetarlo fuerte, sólo para obedecer.
Señor, también los padres conocen la desolación, como José, cuando pensó en enviar de regreso a María y lo soportó, porque confió en ella y visitaste su sueño para traerle consuelo.
Dame la fe de José, Señor, y visita hasta mi sueño agitado. También me da el valor de no temer a la vida, sino de acoger todo lo que viene de ti.
San José, quédate cerca de mí. Y, contigo, la Virgen Madre. Amén.
Divino Corazón de Jesús,
Os ofrezco por el corazón inmaculado de María, madre de la Iglesia,
en unión con el sacrificio eucarístico, las oraciones y las acciones,
las alegrías y sufrimientos de este día, en reparación de los pecados,
para la salvación de todos los hombres, en la gracia del Espíritu Santo,
para gloria del divino Padre, en particular según las intenciones del Papa.
INTENCIÓN UNIVERSAL
Las personas mayores, al contar con el apoyo de familias y comunidades cristianas, colaboran con sabiduría y experiencia en la transmisión de la fe y en la educación de las nuevas generaciones.
INTENCIÓN DE LOS OBISPOS
Porque en el misterio de la Navidad acogemos la presencia luminosa de Dios en nuestra historia.
INTENCIÓN DE LA PIA UNIÓN
Para niños sin familia
«¡Hola Jesús! Aquí estamos frente a ti, no falta nadie. Somos niños sin familia. En el sentido de que lo nuestro nos es desconocido, ausente, roto, por drama o desesperación, por soledad o abandono. Somos testigos del dolor y de la pérdida, pero también del milagro que siempre puede ocurrir cuando alguien -un hombre o una mujer- nos reúne para abrazarnos cerca de su pecho, como pan fragante recién salido del horno. Sin decir: "¿Quién es?". Estamos sin familia y la dificultad es nuestra gracia diaria; para algunos es también la sorpresa de una pareja que se inclina sobre nuestra fragilidad para hacernos experimentar lo bueno y verdadero de su vida, sin pedir nada a cambio, como un puro gesto de amor que no aporta más que emoción para aprender a llamar. nosotros mismos niños.
Quien nos acoge aprende otra cosa: la realidad cambia de contorno, todo cobra nuevo valor: eres tú, Jesús, quien te manifiestas a sus ojos. Sí, porque somos tu presencia. Somos Navidad todos los días y quien se inclina sobre este pesebre de Belén se levanta con una mirada diferente, capaz de acoger el destino de otro”.
Oración para mejorar la vida diaria
Divino Corazón de Jesús,
Te ofrezco
a través del corazón
Inmaculada de María,
madre de la Iglesia,
en unión con el sacrificio eucarístico,
oraciones y acciones,
las alegrías y los sufrimientos
de este día,
en reparación de los pecados,
por la salvación de todos los hombres,
en la gracia del Espíritu Santo,
para gloria del divino Padre.
Particularmente
según las intenciones del Papa.
A los dirigentes de las naciones, comprometerse decididamente a poner fin al comercio de armas, que causa tantas víctimas inocentes.
Porque a través de la escucha de la Palabra de Dios podemos hacer nuestros los sentimientos del Corazón de Cristo.
«Por los niños confirmados» Ven Espíritu Santo, llena los corazones de los niños que en este tiempo han recibido o recibirán el sacramento de la confirmación. Enciende en ellos el fuego de tu amor. Hoy la Iglesia necesita una efusión perenne del Espíritu, un Pentecostés diario. Que la luz de tu amor llegue como un fuerte viento en las velas de nuestra vida. Estos jóvenes confirmados necesitan, como todos nosotros, fuego en el corazón, palabras valientes en los labios, profecía generosa en la mirada para poder ver el futuro lejano. Todos necesitamos sentirnos acariciados por una cálida ola del Espíritu y convertirnos así en trabajadores generosos en la obra del mundo y constructores de tu Reino de amor, de justicia, de santidad y de paz.
Divino Corazón de Jesús, te ofrezco a través del Inmaculado Corazón de María,
Madre de la Iglesia, en unión con el sacrificio eucarístico,
las oraciones y acciones, las alegrías y sufrimientos de este día,
en reparación de los pecados, por la salvación de todos los hombres,
en la gracia del Espíritu Santo, para gloria del divino Padre.
En particular según las intenciones del Papa.
Por nuestros hermanos que se han distanciado de la fe, para que, también a través de nuestra oración y testimonio evangélico, puedan redescubrir la cercanía del Señor misericordioso y la belleza de la vida cristiana.
Para que la Iglesia con solicitud maternal acoja a los jóvenes y potencie sus potencialidades.
Jesús, desde hace dos mil años, estás en el corazón de muchos jóvenes que sienten el profundo deseo de mirarte a los ojos y escudriñar los panoramas de la historia, compuestos por personas que vivieron al calor de tu "buena nueva", que Dios nos ama.
Jesús, son muchos los jóvenes que, a la luz de tu verdad, expresan la aspiración de construir relaciones auténticas, de conocer el amor verdadero, de fundar una familia unida que garantice un futuro tranquilo y feliz.
Jesús, que trabajó junto a San José en el laboratorio de Nazaret, garantice que los jóvenes puedan encontrar un trabajo que les dé dignidad, alegría de vivir y les haga sentirse útiles; que nadie apague el entusiasmo de la búsqueda de una vida mejor.
Divino Corazón de Jesús,
Te ofrezco,
a través del corazón
Inmaculada de María,
madre de la Iglesia,
en unión con el sacrificio eucarístico,
oraciones y acciones,
las alegrías y los sufrimientos
de este día,
en reparación de los pecados,
por la salvación de todos los hombres,
en la gracia del Espíritu Santo,
para gloria del divino Padre.
Particularmente
según las intenciones del Papa.
INTENCIÓN GENERAL
Por los jóvenes, para que sepan responder generosamente a su vocación, considerando seriamente también la posibilidad de consagrarse al Señor en el sacerdocio o en la vida consagrada.