Primer Misterio de la Alegría: la Anunciación
MEl aire es una imagen de todos nosotros: en él vemos lo que le sucede a cada creyente. Para ella, como para nosotros, se abrió un misterio: percibimos, en la fe, que Dios entra en nuestra vida. También el Espíritu Santo descendió sobre nosotros, como sobre María, y nos hizo concebir;
CQueridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy quisiera centrarme en un importante artículo de fe que puede enriquecer nuestra vida cristiana y también puede establecer de la mejor manera nuestra relación con los santos y con nuestros seres queridos fallecidos: me refiero a la comunión de los santos.
NEn el Evangelio de la Anunciación el ángel la saluda: "Alégrate, llena eres de gracia, el Señor está contigo". “Llena de gracia” significa “llena del amor gratuito” de Dios, de su benevolencia, de su misericordia y por tanto también llena de belleza, esplendor y encanto. Con el lenguaje de la reflexión teológica moderna podríamos decir: llenos de gracia increada, es decir, del Espíritu Santo, y de gracia santificante creada.
Quién sabe por qué hay tantos discursos, clichés, referencias, incluso chistes que tienen como tema a las suegras y en cambio casi nunca hablamos de los suegros, los "padres" adquiridos a través del matrimonio. Es innegable que, tradicionalmente, las suegras muestran una mayor aptitud para dar consejos, para ofrecerse espontáneamente a cuidar de sus nietos, para tener, en definitiva, cierta naturalidad a la hora de formar parte de la familia de sus hijos, pero también es Es evidente que, aunque con menor resonancia, los suegros también son fundamentales para el cuidado de yernos, nueras y nietos. No es justo, por tanto, dejar de hablar de ellos, de su compromiso cotidiano, generoso y a menudo silencioso. De hecho, la Palabra de Dios, la Escritura, no deja de hacer esto.