El cardenal prefecto del Dicasterio para la Unidad de los Cristianos reflexiona sobre las oportunidades y desafíos para el ecumenismo en vísperas de la Semana de Oración
Por lo tanto, el 1700° aniversario del Concilio de Nicea no sólo representa una oportunidad fructífera para renovar, en la comunión ecuménica, la profesión de fe en Jesucristo, Hijo consustancial al Padre, sino que también constituye un desafío importante, a saber, el de negociar y discutir aclarar los problemas del pasado que, aún abiertos, no han sido suficientemente abordados en los debates ecuménicos celebrados hasta ahora. Si se aprovechan la oportunidad y el desafío de la misma manera, el 1700 aniversario del Concilio de Nicea podría verdaderamente llegar a ser un gran punto de inflexión para el futuro del ecumenismo...