En 2023, incluso las conductas más extremas entre los adolescentes aumentaron: el 6,2% dañó propiedad pública o privada, mientras que el 5,8% causó lesiones graves a alguien, suficientes para requerir tratamiento médico.
Datos superiores a los de 2018, cuando el porcentaje de quienes habían dañado bienes públicos era del 5,2%, y el de los que habían herido gravemente a alguien era del 4,0%. Así lo revela el Informe Espad®Italia 2023 realizado por el Instituto de Fisiología Clínica del Consejo Nacional de Investigación de Pisa (Cnr-Ifc), titulado "Navigando el futuro: adicciones, comportamientos y estilos de vida entre los estudiantes italianos" publicado hoy y disponible en completo en el enlace https://www.cnr.it/sites/default/files/public/media/ESPAD_2023.pdf.
“Asistimos a un aumento de los episodios de violencia entre los jóvenes, un fenómeno que refleja las tensiones y las dificultades sociales pospandemia – explica Sabrina Molinaro, directora de investigación del Cnr-Ifc y responsable del estudio Espad®Itali -. Los datos más alarmantes se refieren al uso de armas y violencia hacia figuras de autoridad, con un 4,2% de los estudiantes declarando haber golpeado a un profesor y un 3,7% que han utilizado un arma para obtener algo. Estos comportamientos muestran un aumento a partir de 2021, lo que sugiere un malestar creciente entre los más jóvenes".
Espad®Italia también subraya cómo la violencia no sólo se manifiesta físicamente, sino que a menudo también se transmite mediante el uso de dispositivos digitales. El 10% de los estudiantes presenció escenas de violencia filmadas con un teléfono móvil, mientras que el 3,6% filmó estos episodios en primera persona. En el contexto de violencia online, el 30% de los estudiantes admitió haber cometido actos de ciberbullying, con mayor prevalencia entre los chicos. Las formas más comunes de ciberacoso incluyen enviar insultos en chats grupales, excluir o bloquear personas de grupos en línea y enviar mensajes ofensivos.