Cientos de miles de personas hicieron fila para participar en las pruebas, las más rápidas e importantes de la historia. Y finalmente podemos decir que existen tres vacunas. Listos para ser autorizados (si se consideran seguros y eficaces) y distribuidos a principios de año.
¿Cuales son? Dos son estadounidenses, Pfizer y Moderna, el tercero es la sueco-británica AstraZeneca.
Una vez autorizada la distribución, los países individuales y sus gobiernos organizarán las compras y los métodos de vacunación. En el caso de Italia, ya se estudia un plan extraordinario que será presentado al Parlamento por el ministro de Sanidad, Roberto Speranza, el próximo 2 de diciembre.
Pfizer: el problema es la temperatura
Declararon que tenía una efectividad del 95%, un valor muy alto. La vacuna utiliza el método del ARN mensajero: funciona como un virus falso y desencadena reacciones inmunes al coronavirus en la sangre. El único problema es cómo conservarlo: para que siga siendo válido hay que conservarlo a una temperatura de -80 grados. Por tanto, los países tendrán que equiparse con contenedores especiales.
Moderno: favorece a Europa
También en este caso la efectividad del 94% es muy alta. Su punto fuerte es su versatilidad: las dosis permanecen estables a temperaturas de refrigeración estándar, entre 2 y 8 grados, durante 30 días. Utiliza el mismo mecanismo que el de Pfizer: ARN mensajero. Los países europeos ya han establecido contratos millonarios con Moderna y todas las dosis que se podrán producir en 2021 ya han sido compradas por los países ricos.
AstraZeneca: la fuerza está en el precio
Renombrada como "la vacuna europea", porque fue creada en Oxford y envasada en Italia (en una empresa de Pomezia). Esta vacuna también tiene una eficacia entre el 70% y el 90%. Y con una gran ventaja respecto a las otras dos: cuesta sólo 3 euros, mientras que las demás cuestan entre 18 y 22 dólares la dosis. El mecanismo utilizado por la vacuna es similar al de las vacunas tradicionales: se inyecta una dosis muy pequeña de SarsCov2 junto con un virus del resfriado, de modo que el cuerpo responde produciendo anticuerpos.