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Martes, 01 de marzo de 2011 16:06

Dia del padre Destacado

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Mil mejores deseos en el firmamento del cariño.

por Giosy Cento

Siempre me ha gustado un evangelio apócrifo, no recuerdo el nombre, en el que un soldado romano, al encontrarse con Jesús niño en Nazaret, le pregunta: "¿De quién eres hijo?". El diálogo que se produce es muy curioso. Jesús habría respondido: "Llamo papá a alguien que no es mi papá, porque mi verdadero padre es Otro". El soldado siente curiosidad y piensa que el niño no tiene las ideas claras: “Explícale mejor”. Y él: «Sí, porque debes saber que tengo un Padre que se ve y un Padre que no se ve». «¿Entonces tienes dos papás?». «Pero no - responde Jesús - mi verdadero Padre es uno muy poderoso, el otro es alguien que trabaja aquí en Nazaret». El soldado, impaciente, se marcha.

 

Mis mejores deseos para ti, Padre que no se deja ver, pero de quien todos venimos. Tú pensamiento diseñador, tú diseñador y arquitecto, tú útero generativo de toda criatura. Mis mejores deseos Papá Dios, gracias infinitas.
Mis mejores deseos para ti, José, padre... humanamente "anómalo", del Hijo de Dios y de María de Nazaret, tu esposa. Anómalo porque ese Hijo no se genera de la intimidad de un hombre y una mujer ni de la simiente de un hombre. Los mejores deseos de un Hijo especial que os obedece humildemente y os acompaña durante toda vuestra existencia, porque sois el humilde sostenedor de su vida diaria y de su misión de salvación. Mis mejores deseos, Giuseppe, icono de tantos padres anómalos por demasiadas razones humanas, relacionales, fisiológicas, científicas y jurídicas. Muchos padres del tercer milenio que reciben saludos por el Día del Padre anual encuentran consuelo en ti.
Feliz cumpleaños papá Angelo, tú, un poco como Giuseppe, aceptaste al niño que tu mujer te dijo que llevaras mientras ella tenía una doble relación: contigo y con otro hombre y no podía entender quién podía ser. Y me dijiste que, sólo por amor a ella y para no crear escándalo en tu familia, llevarías ese secreto contigo toda tu vida. Hoy los mejores deseos son la recompensa a tu gran sacrificio de amor y de tu secreto y, en ese abrazo, escondes las lágrimas derramadas en secreto.
Mis mejores deseos papá Roberto. Vienen de tu niña de 11 años y de tu niño de ni siquiera tres años. Son hijos de dos madres diferentes. Eres su único padre. En ti y para ti soy hermano y hermana. Llenan tus pensamientos y son tu amor, ya que, por culpa de ellos, no puedes pensar en una tercera relación. Te has empobrecido económicamente y puedes ofrecerles muy poco. Ahora puedes dar regalos muy pequeños. Escondiste la plancha y, cuando vienen, por turnos o juntas, la lavadora siempre está apagada y no tiendes la ropa que has lavado. No querrás señalar la falta de presencia femenina. Me confiaste que sólo los estás esperando, el trabajo pesa sobre ti, buscas una respuesta y un refugio en la fe. Estás escrito en sus celdas. Para que tú también puedas disfrutar de una descarga de alegría creativa viéndolos crecer. Hoy te reconocen papá: sé feliz.
Mis mejores deseos para ti, papá... normal. Tus hijos son tu alegría y tú haces voluntariamente todos tus sacrificios. Estudian o trabajan, los criaste en la relativa serenidad de la sociedad actual. Hablaste con ellos durante las fases de su crecimiento y te devuelven un diálogo sincero que te da satisfacción. Es agradable compartir con ellos planes de vida para hoy y mañana. Son "buenos chicos" - como tú dices - esperando que nadie te los mime y por eso eres un padre vigilante y das un buen ejemplo de vida y de fe.
Mis mejores deseos para ti papá R., mi querido y viejo amigo, que me pidió que bautizara a tu primer hijo que llevaba años esperando. Unos días antes de la celebración vine a visitar tu casa y me confiaste que habías ido a una ciudad de Europa para tener este hijo. No, no lo compraste. es tu sangre y la de M. Pero la fertilización siguió métodos científicos. Varios intentos y finalmente… eres papá. Pero luego te abres al sacerdote amigo y le dices que, junto a la alegría por el hermoso niño, llevas en un rincón la gran tristeza por tus hijos que no nacieron en los distintos intentos de fecundación y los embriones perdidos en el aire. . Deseos secretos también para todas estas criaturas que son tu vida escondida en tu misterio de hombre. Me haces pensar mucho...
Mis mejores deseos para ti, papá Sandro, que sufres por un hijo enfermo y siempre estás cerca de él. Habías soñado con algo más para él y para ti. Ahora te encuentras viajando entre tu casa y el hospital. Pero has desarrollado una paternidad fuerte: sonríe y dale esperanza a ese cachorro que se parece a ti y por quien me dices que ofreces tu misma vida a Dios para que viva.
Me conmueves y comprendo que, como sacerdote, debo aprender de ti a ser también un padre dispuesto a dar la vida (Jesús Buen Pastor). Mis mejores deseos porque la mirada, la sonrisa, los pequeños avances, las noticias positivas de un análisis o una ecografía te bastan y porque, ante el muro del dolor, te has convertido en escalador y “quedas abrazado”, sin huir. .
Mis mejores deseos papá Franco. Quizás su hijo no se lo diga. está ocupado con otros asuntos. Trafica con drogas y ya se ha arriesgado dos veces a sufrir una sobredosis. Esperas su regreso y su salvación. Te gustaría el regalo de una vida bonita y normal, trabajar y formar una familia y llevas años esperando. Rezo contigo, porque escuchándote comprendí que ya no hacen falta las palabras. Necesitamos poner a alguien más en movimiento.
Mis mejores deseos para ti papá que no te quedas en casa. Emigraste con otra mujer. Tus hijos están con tu esposa. Te llaman padre de los hijos de otra persona. Aceptas y sigues adelante. Pero no sustituyen a los tuyos, los naturales que te enviarán, quizás, sólo un mensaje de texto o, como mucho, un regalito. ¿Tu vida siempre será así?
Mis mejores deseos para ti, papá Nello, que perdió a un hijo en un accidente de tráfico. Como hombre te preguntaste mil porqués y los lanzaste hacia el cielo. Pero esta noche esperas soñar con él para verlo y abrazarlo o esperas una señal o lo besarás en una foto, esperando que, al menos de allí, salga una palabra: saludos del cielo, papá.
Doble saludo para ti, doble papá Ottavio, porque eres un abuelo feliz. Al mirar a tu hijo, padre, estás orgulloso de tus sobrinas y sobrinos. Ésta es la belleza de la vida, la realización de su plan familiar. Mis mejores deseos, felicidad.

 

Giosy Cento

Leer 3991 veces Última modificación el miércoles 05 de febrero de 2014 15:18

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