A pesar del calor, un agradable grupo de personas asistió a la inauguración el domingo por la tarde. Mons. Feroci, director de la Cáritas diocesana, también en nombre del cardenal Vallini, agradeció a la Divina Providencia que vela por la suerte de aquellos cuyas vidas están amenazadas y de aquellos que se encuentran totalmente indefensos a merced de la voluntad de los demás. Resonaron las palabras del Papa pronunciadas esta mañana en la plaza de San Pedro: «Cuando el hombre quiere afirmarse, encerrándose en su propio egoísmo y poniéndose en el lugar de Dios, acaba sembrando muerte. Y el egoísmo conduce a la mentira, con la que intentamos engañarnos a nosotros mismos y a los demás. Pero Dios no puede ser engañado."
El párroco, don Wladimiro Bogoni, al saludar a los asistentes, elogió la generosidad del grupo de personas que, en el transcurso de algunos meses, se comprometieron a capacitarse para responder adecuadamente a las solicitudes de ayuda de las madres en dificultades.
Al presentar la iniciativa, la Dra. Laura Menniti resumió los objetivos del "Centro de Ayuda a la Vida" (CAV) en cuatro palabras: Abrazo, Bienvenida, Escucha y Ayuda que convergen en la palabra "amor".
«Sentimos que podemos confirmar como voluntarios el compromiso y la voluntad de "hacer el bien" y el "bien" para defender y dar testimonio del Evangelio de la Vida y crear un lugar de crecimiento, de educación para los jóvenes y para la familia, para apoyo y promoción de la fecundidad y el respeto de la persona y la dignidad del individuo".
Estas prioridades han sido destacadas en las líneas programáticas de la CAV:
a) promover servicios de acogida, escucha y distribución de ropa, prestando atención a las relaciones, al relato de experiencias y al intercambio;
b) dar a conocer el Centro y su actividad real;
c) intensificar y consolidar las relaciones con otras comunidades parroquiales;
d) ampliar la red de servicios en el territorio municipal: distrito, región, clínicas, hospitales, farmacias, centros de acogida;
e) ser disponibles, creíbles, fiables y capaces, para sembrar esperanza y confianza, ser cada vez más "útero" que nos ayude con momentos de oración común;
f) activar cursos y grupos de coches para madres pero también para parejas, familias y especialmente jóvenes;
g) buscar otros voluntarios para la CAV; Los voluntarios se prepararán a través de aprendizajes y cursos de formación.