Estamos en vísperas de los grandes acontecimientos de la vida cristiana: junto al abismo de la violencia de los hombres que no reconocen a Jesús como mesías y lo condenan, está también la traición de los apóstoles, la soledad de Jesús en Getsemaní, pero dentro El oscuro túnel del abandono es desencadenado por el acontecimiento singular y único de la resurrección de Jesús que finalmente rompe las cadenas de la esclavitud del mal y abre el resplandor de la luz de la eternidad.
Entonces quisiera, y por eso pido, que mis palabras de esta tarde sean un eco de eternidad que resuene en nuestras almas.
Caminaremos junto a San José que desde el cielo es nuestro eterno compañero y amigo inseparable.
Saludos a todos los oyentes sintonizados en las ondas de Radio Mater. Una caricia especial a los niños y a todas las personas que nos escuchan, especialmente a los visitados por el malestar de la enfermedad.
Intentaremos imbuir nuestro sufrimiento con un sentido de amor.
Esta tarde quisiera comenzar nuestro diálogo con un homenaje a los abuelos, contando este diálogo entre un abuelo y un nieto.