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Tras la visita del Papa Francisco a la cárcel de menores de Roma, nació una iniciativa para dar trabajo a los jóvenes reclusos. Es necesario garantizarles unos ingresos, pero sobre todo hacerlos sentir útiles.

por Alba Arcuri

Alláes un punto de partida que marca la experiencia de la fábrica de pasta en la prisión de menores de Casal del Marmo, en Roma. Es la visita del Papa Francisco el Jueves Santo de 2013, para el lavado de los pies a los jóvenes presos. «En aquella ocasión – dice Alberto Mochi Onori, responsable de la organización sin fines de lucro Gustolibero que inició la iniciativa – el Papa pidió al capellán, el padre Gaetano Greco, que hiciera algo para dar a estos niños otra oportunidad».

Hoy en día existen numerosas supuestas apariciones, hasta el punto de que los pastores de la Iglesia deben intervenir para discernir su autenticidad. Un documento reciente del Vaticano ha aclarado muchas incertidumbres

por Don Gabriele Cantaluppi

En los últimos meses ha habido noticias de que monseñor Antonio Tremolada, obispo de Brescia, ha permitido el culto a María Rosa Mística, basándose en las supuestas apariciones a Pierina Gilli (1911-1991) en Fontanelle di Montichiari. Más recientes son los acontecimientos de Trevignano (Roma), que comenzaron en 2016 cuando Gisella Cardia denunció unas apariciones de la Virgen, acompañadas de lágrimas de sangre de una estatua y mensajes.

En el vertiginoso escenario de Roma no sólo se encuentra indiferencia. La Parroquia de Santa Prisca organiza cada mes la "fiesta de los pobres".
Un testimonio, junto a muchos otros, de la vida de la Iglesia en la Ciudad

por Alba Arcuri

ELLa cita es sobre las 11 de la mañana del sábado tercero del mes. Estamos en la Parroquia de Santa Prisca all'Aventino, entre las zonas más bellas de Roma. La puerta que conduce al jardín de la azotea está abierta y ya hay alguien esperando afuera. Dentro del jardín, unas monjas y un grupo de chicos rápidamente disponen mesas y sillas bajo los toldos, limpian, arreglan los manteles de papel y ponen la mesa. Todo debe estar listo para la llegada de los invitados. No es un restaurante, ni un banquete: es la "fiesta de los pobres".