Italia es el país en el que cada vez nacen menos niños (439 en 2018, unos 18 menos que en 2017, 130 respecto a hace diez años). Y cada vez nacen menos niños porque muy poca gente se casa (a pesar de los 4.500 matrimonios más en 2018 respecto a 2017). Y con pocos matrimonios y muy pocos nacimientos es inevitable que cada vez haya menos jóvenes (los de 16 a 34 años han disminuido en un millón 200 mil desde 2008 hasta hoy).
En Europa la situación es aún más trágica.