El año dedicado a la familia en el quinto aniversario de Amoris Laetitia fue proclamado por el Papa Francisco el 27 de diciembre de 2020, para permitir que maduren los frutos de la exhortación apostólica postsinodal y acercar la Iglesia a las familias en el mundo, puesta en marcha prueba en este último año desde la pandemia. Este año finalizará el 26 de junio de 2022 con el décimo Encuentro Mundial de las Familias. Las reflexiones que madurarán serán puestas a disposición de las comunidades y familias eclesiales, para acompañarlas en su camino.
«La alianza entre el hombre y la mujer, que envuelve la historia y la condición humana – explica Pierangelo Sequeri, decano del Pontificio Instituto Juan Pablo II – depende de la familia, pero va más allá de su gramática familiar: la vocación cristiana es la de llevar esta alianza a los lugares de la política, la economía, el derecho, los cuidados y la cultura".
El Papa Francisco eligió comentar el Himno a la Caridad y no el Cantar de los Cantares en Amoris Laetitia, porque quería centrar la exhortación apostólica en la concreción.
Muchos matrimonios habrían terminado si no existiera la caridad de la que habla san Pablo, porque muchas veces la indisolubilidad conyugal es vista más como un esfuerzo de los cónyuges, que como la respuesta cotidiana a algo mayor que los propios cónyuges.
Como escribe sabiamente Vittorino Andreoli, «la familia se ha convertido en un tema de consumo y, en cambio, es necesario entrar en la familia, hablar “con” la familia, no “sobre” la familia».
A Andreoli, un conocido psiquiatra nacional, le preguntaron: "¿Por qué el matrimonio debe durar?". Él respondió: «Porque el matrimonio es un vínculo “sagrado”. El matrimonio debe durar también "para responder a las tareas de criar a los hijos", para enseñar a vivir en el mundo actual, difícil y en constante cambio".