Relevancia actual de una oración antigua
por Bruno Capparoni
NEn la portada de este boletín se reproduce la Madonna Blachernitissa de la catedral de Kiev con la invocación: «Bajo tu protección...». Es el comienzo de la oración mariana conocida también en latín: «Sub tuum praesidium confugimus...». Muchos también lo recitan diariamente, como lo hacía y enseñaba San Juan Bosco; Quizás no todo el mundo sepa que se trata de una oración muy antigua, la oración cristiana más antigua a la Virgen.
Con algunas variaciones está presente en los ritos cristianos de Oriente y Occidente; en los ritos latinos se utilizan dos versiones, la romana y la ambrosiana. Fue compuesto en Egipto en el siglo III, en la época de las antiguas persecuciones contra los cristianos. Y fue precisamente en Egipto donde se encontró un papiro en 1917 (Papiro Rylands 470) que lo reproduce con pocas lagunas; Fue publicado más tarde en 1938 por el famoso erudito Colin Henderson Roberts. De hecho, su publicación suscitó cierta vergüenza "confesional", porque parecía imposible que en una época tan antigua se pudiera encontrar una oración dirigida a María y que fuera llamada "madre de Dios". El prejuicio estaba arraigado en la idea de que las invocaciones marianas son un signo de una fe menos pura y menos auténtica.
El papiro nos ofrece la prueba de que ya En el siglo III los cristianos rezaban a la Virgen, la invocaban como Theotòkos - Dioses Genetrix, Madre de Dios; y también agregaron: móne hagné, casta única, virgen gloriosa. Reconocieron en ella el acontecimiento fundacional de nuestra fe, es decir, Dios "se encarnó en el seno de la virgen María y se hizo hombre". Veneraban el misterio de amor de su virginidad, por la que ella se ofreció totalmente al divino Hijo y él la quiso toda para sí, una nueva Eva, sin el esfuerzo del trabajo. ¿Ideas medievales? No... ¡verdades cristianas!
Un examen del texto muestra también que esta invocación fue formulada para una situación peligrosa. Le pedimos a María que se refugie bajo la proteccion, término de origen militar que indicaba un lugar bien defendido; usted pregunta que ella quede libre de todo peligro. En efecto, el siglo III es el de las persecuciones a Decio y Valeriano, las primeras persecuciones sistemáticas que supusieron el martirio de los santos papas Fabián y Sixto, de san Lorenzo y de san Cipriano, por citar sólo a los más famosos. Nunca Los cristianos no eran héroes, al contrario sentían el peso y el miedo de la persecución, y por eso invocaban la protección y defensa de la Virgen.
Hoy no estamos tan lejos de todo esto; Hoy la Iglesia necesita más que nunca una proteccion. Invoquemos entonces a María, especialmente el próximo mes de mayo, con esta oración tan arraigada en la historia y la piedad cristianas.