Bajo la custodia de la Creación
Mensaje para la XVI Jornada Nacional de la Custodia de la Creación, prevista para el 16 de septiembre. El evento se inscribe en el camino hacia la 1ª Semana Social de los Católicos Italianos, que llevará por título El planeta que esperamos. Medio ambiente, trabajo, futuro. #tuttoèconnesso, que se celebrará en Taranto en octubre.
editado por Michele Gatta
«La era que vivimos está llena de contradicciones y oportunidades»: este es el comienzo del mensaje. «El camino que conduce a Taranto requiere un nivel adicional de implicación de todos para que sea un camino de la Iglesia que pretende caminar junta y en estilo sinodal», escriben los obispos, que citan el Instrumentum laboris de la reunión de octubre: «El cambio climático sigue avanzando con daños cada vez mayores e insostenibles. Ya no hay tiempo que perder: lo que hace falta es una verdadera transición ecológica que cambie algunos de los supuestos básicos de nuestro modelo de desarrollo." El análisis de la CEI pide "una transición que transforme profundamente nuestro modo de vida, para alcanzar en muchos niveles esa conversión ecológica que pide el capítulo VI de la encíclica Laudato si' del Papa Francisco". "Se trata de retomar el camino con valentía, dejando atrás una normalidad con elementos contradictorios e insostenibles, para buscar una manera diferente de ser, animada por el amor a la tierra y a las criaturas que la habitan", explican los obispos.
«La transición ecológica presupone un nuevo pacto social, también en Italia»: una transición ecológica que es a la vez social y económica, cultural e institucional, individual y colectiva, pero también ecuménica e interreligiosa. Se inspira en la ecología integral e involucra los diferentes niveles de experiencia social que son interdependientes: organizaciones mundiales y estados individuales, empresas y consumidores, ricos y pobres, empresarios y trabajadores, las nuevas y viejas generaciones, las Iglesias cristianas y las confesiones religiosas. : "Todos deben sentirse implicados en un proyecto común, porque vemos como un fracaso la idea de que la sociedad puede mejorar persiguiendo exclusivamente el interés individual o grupal".
Para alcanzar este objetivo, propone la CEI, es necesario profundizar la educación en la responsabilidad, para "un nuevo humanismo que abarque también el cuidado de la casa común, involucrando a los múltiples sujetos implicados en el desafío educativo". De ahí la necesidad de "repensar profundamente la antropología, superando formas de antropocentrismo excluyente y autorreferencial, para redescubrir ese sentido de interconexión que encuentra expresión en la ecología integral, en la que la ecología humana se une a la ecología ambiental".
Al mismo tiempo, para los obispos italianos, es urgente "promover una sociedad resiliente y sostenible, donde la creación de valor económico y de empleo se persiga a través de políticas y estrategias atentas a la exposición a los riesgos ambientales y para la salud". En otras palabras, la transición ecológica debe ser una "transición justa", capaz de mejorar las "buenas prácticas" que allanan el camino para una "resiliencia transformadora".