El término "caridad" en etimología griega recuerda la gracia, la bondad, la disponibilidad para acoger a las personas que encontramos, reconociendo en su presencia un donoSon precisamente éstos los rasgos evidentes de la gran amistad entre San Luis Orione y San Luis Guanella, que unen una brecha generacional de treinta años.
Se conocieron hacia 1901, cuando se inició el proceso de traslado, por sugerencia de Pío X, de la colonia agrícola de San Giuseppe di Monte Mario a Roma, desde Orione a Guanella. La medida era necesaria porque monseñor Igino Bandi, obispo de Tortona, tenía la intención de llamar al seminario diocesano a los clérigos de la congregación orionina que participaban en la gestión de la colonia romana, poniéndola así en grandes dificultades.
TEntre los numerosos encuentros de San Francisco, las fuentes franciscanas mencionan uno con un tal Giovanni, a quien la tradición identifica con el apodo de «el simple». Sabemos que era originario del pueblo de Nottiano, situado en el Monte Subasio, cerca de Armenzano. Tres fuentes nos hablan de este encuentro: monumento por Tomás de Celano, el Compilación de Asís deseando Espejo de perfecciónTodos ellos provienen claramente de una fuente común, es decir, de los testimonios recopilados a petición del ministro general Crescencio da Jesi. De hecho, en 1244 pidió a los frailes que recopilaran episodios sobre la vida y los milagros de San Francisco. La narración contenida en el Compilación de Asís Es preferible porque transmite una descripción más espontánea y conserva numerosos detalles auténticos.
DEl día en que el anciano Simeón profetizó a María que una espada de dolor traspasaría su alma (cf. Lc 2,35), san José también experimentó esa misma espada de dolor, en unión con el corazón herido de su esposa, María. Entre dos esposos, si uno experimenta dolor, el otro también lo comparte y forma parte de él. Y así, esa espada, que había herido a María desde el momento de la Presentación del Niño Jesús en el Templo y que la heriría especialmente durante la Pasión de su Hijo, hirió el corazón de san José.
TA veces ocurre que algunos discursos del Papa, entre los muchos de este Año Jubilar, no captan plenamente nuestra atención. No fue así con el que pronunció el pasado 25 de agosto ante un numeroso grupo de monaguillos franceses (jóvenes llamados monaguillos en Italia). Ahora bien, dado el título "Recortes" que lleva esta página, quiero extraer algunas de las palabras del Papa, sugiriendo, sin embargo, que los lectores no se limiten a las pocas frases transcritas aquí, sino que, de ser posible, lean el discurso papal completo.