Santa Misa el miércoles 14 de noviembre a las 16.30 horas en la Basílica de San Giuseppe al Trionfale
"Si el castigo del infierno - escribió el novelista ruso Dostoievski - es la incapacidad de amar", la condición que se vive en el purgatorio es la de un laboratorio en el que se completa la armonía del amor.
Es difícil imaginar la condición de las almas en el Purgatorio, un estado de suspensión en el que se alimenta el deseo de amor total pero se siente el malestar de no poder aún experimentarlo plenamente.
Una comparación evangélica que nos permite explorar eficazmente el corazón de este malestar es la experiencia de Pedro después de la traición cometida contra Jesús. En aquella ocasión "el Señor se volvió, encontró la mirada de Pedro y su amigo de confianza, Pedro, lloró amargamente".
El sufrimiento punzante de un amor divinizante que hay que recuperar: éste es el castigo del "Purgatorio". Es una antesala en la que esperamos la restauración de la blancura del manto bautismal que nos fue entregado en el momento de nuestra entrada en la vida misma de Dios.
Ese vestido que envolvió nuestra carne, en el momento en que la Vida nos entregó a la historia humana, ha sufrido algunos desgarros, algún desgaste y ahora necesita ser reparado.
Hay dos manos que reparan. El primero es el de nuestros queridos difuntos. Por ese vínculo de afecto que nos unirá para siempre a ellos, nuestros familiares rezan por nosotros para que la divinización de nuestra vida terrena no llegue a su fin. El segunda mano amorosa son las oraciones que elevamos a Dios como sufragio en beneficio de nuestros seres queridos fallecidos y también lo son los actos de amor hacia nuestro prójimo necesitado. Estas obras de misericordia espirituales y corporales nos ponen en condiciones de respirar la misma caridad divina que gobierna el mundo.
El miércoles 14 de noviembre a las 16,30 horas nos reuniremos en la Basílica para vivir un momento solemne de oración de sufragio en beneficio de nuestros queridos difuntos, y de todas las personas inscritas en la Pía Unión del Tránsito de San José que en los últimos año han llegado a la orilla de la eternidad.